La influencia de las redes sociales en la identidad personal: un doble filo

Sara Párraga

En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que nos comunicamos, interactuamos y, sobre todo, nos percibimos a nosotros mismos. ¿Hasta qué punto estas plataformas influyen en la construcción de nuestra identidad personal? Este fenómeno es especialmente relevante en un mundo donde la imagen y la percepción son cada vez más importantes. Las redes sociales no solo permiten la autoexpresión, sino que también crean un espacio donde las comparaciones y las expectativas sociales pueden afectar profundamente la autoestima y la identidad de los individuos. Este ensayo argumenta que, aunque las redes sociales ofrecen oportunidades para la autoexpresión y la conexión, su impacto negativo en la identidad personal, a través de la presión social y la búsqueda de validación, es un problema que merece atención.

Las redes sociales, si bien pueden ser herramientas valiosas para la autoexpresión y la conexión, tienen un impacto perjudicial en la identidad personal al fomentar la presión social y la búsqueda de validación externa, lo que puede llevar a problemas de autoestima y a una identidad fragmentada.

En primer lugar, la presión social que ejercen las redes sociales es innegable. Los usuarios a menudo se ven bombardeados por imágenes de vidas perfectas, cuerpos ideales y logros extraordinarios. Esta constante exposición puede generar un sentido de insuficiencia en aquellos que no se sienten a la altura de estas expectativas. Según un estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania, el uso intensivo de redes sociales está correlacionado con un aumento en los niveles de ansiedad y depresión, especialmente entre los adolescentes (Hunt et al., 2018). Esta presión para encajar en un molde idealizado puede llevar a una crisis de identidad, donde los individuos sienten que deben cambiar quiénes son para ser aceptados.

En segundo lugar, la búsqueda de validación externa se ha convertido en un fenómeno común en las redes sociales. Los «me gusta», comentarios y seguidores se han convertido en medidas de éxito personal. Esta dependencia de la aprobación ajena puede desdibujar la línea entre la identidad auténtica y la imagen que se proyecta en línea. Un estudio de la Universidad de California encontró que los adolescentes que se preocupan excesivamente por su imagen en redes sociales tienden a tener una identidad menos coherente y más fragmentada (Valkenburg & Peter, 2011). Esto sugiere que la identidad personal se ve influenciada no solo por la autoimagen, sino también por la percepción que los demás tienen de nosotros. 

Además, las redes sociales pueden crear un entorno donde la comparación social es inevitable. Los usuarios tienden a comparar sus vidas con las de otros, lo que puede llevar a sentimientos de inferioridad y descontento. Esta comparación constante puede erosionar la autoestima y hacer que las personas se sientan insatisfechas con su propia vida. Un estudio de la Universidad de Michigan reveló que el uso de Facebook estaba asociado con un aumento en la envidia y la insatisfacción personal (Steers et al., 2014). Este ciclo de comparación y descontento puede resultar en una identidad personal que se basa en la aprobación externa en lugar de en la autoaceptación.

En conclusión, aunque las redes sociales ofrecen plataformas para la autoexpresión y la conexión, su impacto en la identidad personal es complejo y, a menudo, negativo. La presión social, la búsqueda de validación externa y la comparación constante pueden llevar a una crisis de identidad y a problemas de autoestima. Es fundamental que los usuarios sean conscientes de estos efectos y busquen un equilibrio en su relación con las redes sociales. Fomentar una cultura de autenticidad y autoaceptación puede ser un paso crucial para mitigar estos efectos adversos y promover una identidad personal más saludable en la era digital.

Referencias bibliográficas:

Hunt, M., Marx, R., Lipson, C., & Young, J. (2018). No more FOMO: Limiting social media decreases loneliness and depression. *Journal of Social and Clinical Psychology*, 37(10), 751-768. https://doi.org/10.1521/jscp.2018.37.10.751 

Steers, M.-L. N., Wickham, L. E., & Acitelli, L. K. (2014). Seeing everyone else’s

highlight reels: How Facebook usage is linked to depressive symptoms. *Journal of Social and Clinical Psychology*, 33(8), 701-731. https://doi.org/10.1521/jscp.2014.33.8.701

Valkenburg, P. M., & Peter, J. (2011). Online communication among adolescents:

An integrated model of its attraction, opportunities, and risks. *Journal of Adolescent Health*, 48(2), 121-127. https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2010.08.020

Share your love

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *